La ignominia de una nación

20090809 – Si nos fijamos, muchos de los artículos de opinión que se publican tanto en la prensa escrita como en internet en nuestro país, coinciden en señalar la grave crisis económica y de identidad nacional que atraviesa este, e inciden en la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma de sus estructuras socio-políticas que nos permita salir de la crisis económica y de la situación de “ impasse” institucional en que nos han sumergido intencionadamente esta caterva de canallas, ladrones y traidores que consciente o inconscientemente, el Pueblo Llano español hemos tenido a bien de aupar a las más altas magistraturas del Estado.

Por otra parte, parece increíble que hasta ahora, nadie en nuestro país se haya atrevido a hacer propuestas concretas o diseñar planes de acción que nos permitan revertir democráticamente la mencionada situación. Parece como si nuestra capacidad de raciocinio y nuestros instintos de supervivencia como nación, hubieran quedado anonadados por la influencia de algún tipo de encantamiento maléfico, promovido por los sempiternos enemigos de nuestra patria, y que para mayor desgracia y deshonra nuestra, los que mayor daño nos están causando no son los que provienen del exterior, sino aquellos que surgen entre nuestras propias filas.

Me da la impresión, que los efectos de este perverso encantamiento social a que estamos siendo sometidos por los enemigos de la patria, se manifiestan en esta actitud tan pancista que estamos adoptando cada vez mayor número de españoles, (¡Dios mio!. Estoy convencido que si nuestros héroes nacionales, se levantaran de sus tumbas, vomitarían de asco y no dudarían en exclamar: ¡Tierra Trágame!, al descubrir como los descendientes de aquellos que otrora ellos hacían se mearan y cagaran literalmente encima nada más llegaba a sus oídos los primeros compases de las marchas militares que interpretaban nuestros ejércitos cuando combatían en sus países, o huían en desbandada nada más divisar en lontananza los estandartes que portaban nuestras tropas que iban a entrar en combate, se permiten ahora el lujo de ningunearnos y humillarnos públicamente aprovechando cualquier ocasión que se les presente -recordemos los dos recientes incidentes con el himno nacional, en Australia y Francia respectivamente - y se atreven - como los hijos de p... de la Gran Bretaña - a desafiarnos impunemente con actos de fuerza - ocupación del itsmo de Gibraltar, soberanía de facto sobre la zona marítima de la colonia - sin que por nuestra parte seamos capaces de reaccionar ante tanta ignominia y nos dignemos a responderles como se merecen ) y que de seguir el ritmo actual de conversión del tradicional espíritu quijotesco que nos ha caracterizado histórica y mayoritariamente a los españoles, al pancista que estamos adoptando actualmente, estos enemigos de la patria no les van a dejar que gobernar a las futuras generaciones de españoles ni la mítica Barataria, por lo que que con un poco de suerte tendrán que terminar sus días como eunucos y concubinas en los arenes del Gran Bajá marroquí.