domingo, 14 de junio de 2009

¿Qué debo hacer, querido déspota?

“Un servidor tiene entre otros, en la palabra dada y la fidelidad al amigo o compañero, como uno de sus más altos e incuestionables valores personales. Pero es connatural a mi personalidad, el no aceptar hacia mi persona ni reconocer a persona alguna promesas de vasallaje o sumisión”.

20090605 - Queridos compañeros y amigos. Desde que conocimos la versión oficial de lo que será el Reglamento que regirá el desarrollo del próximo congreso de UPyD, vengo constatando cierto grado de desidia en el ánimo, y zozobra en el espíritu, de no se si muchos o pocos de nosotros.

Desde que me afilié a UPyD y hasta hoy día, he trabajado en cuerpo y alma, y siempre dentro de mis posibilidades, por y para el Partido. Y mientras no haga pública mi renuncia oficial a la militancia en UPyD, seguiré trabajando para el Partido en la misma línea.

De cualquier forma, y puesto que estoy recibiendo mensajes vía CEL, solicitando mi colaboración e implicación en la campaña electoral para las elecciones al “Parlamento” europeo (Cueva de Alí Baba y los Cuarenta Ladrones), y puesto que un servidor milita en UPyD, por identificación ético-política con su Manifiesto Fundacional y no por haber prometido o jurado vasallaje a ninguna persona o siglas, paso a comentaros lo siguiente:

Como liberal y demócrata, no puedo transigir con actitudes ni posturas totalitarias o cuanto menos autoritarias, y menos si están originadas y vienen dadas por compañeros de partido que comulgan con los principios ético-políticos que emanan del Manifiesto Fundacional.

Como ciudadano o persona física, soy consciente de mis derechos y obligaciones ciudadanas (los NATURALES, claro está) y no voy a conculcar ni permitir (siempre dentro de mis posibilidades) que nada ni nadie conculque los mios.

A) Como liberal, y no puede ser de otra forma, pues de lo contrario estaría traicionando mis principios éticos, solo reconozco líderes o cargos que han sido elegidos democráticamente, esto es: mediante convocatoria electoral, pública y previa a la elaboración de listas, en lid con cualquier tipo o número de contrincantes y en igualdad de condiciones, mediante votación secreta y elegidos o designados por una mayoría de al menos un 51% del cuerpo electoral legal que corresponda, que en un partido político no son sus órganos de dirección, sino todos y cada uno de los afiliados que estén al corriente del pago de sus cuotas de afiliación en el momento de la cita electoral.

B) Como demócrata, me veo en la obligación moral de exigir a los órganos de dirección de UPyD, que den una lección de DEMOCRACIA y de lo que debe ser el respeto a “LAS NORMAS DE LA DEMOCRACIA”, al resto de partidos políticos nacionales y al Mundo, estableciendo estatutariamente en el Partido, un sistema de elección de cargos o candidatos según los siguientes puntos:

1. Promoviendo la práctica de hábitos realmente democráticos mediante la participación directa de los afiliados en la administración y toma de decisiones dentro del Partido, como puede ser la elección de candidatos para cubrir puestos dentro del Partido o formar parte de listas electorales en las sucesivas convocatorias electorales que se produzcan, con el fin de evitar que los “listillos” de siempre, haciendo un uso torticero y autoritario de su posición en el Partido se arroguen potestades que en democracia no les competen y conculquen las “NORMAS DE LA DEMOCRACIA”, practicando la “CONFABULACIÓN DEL DEDISMO”.

2. Igualdad de trato por parte de los diferentes órganos del Partido a todos y cada uno de los candidatos que se postulen para ocupar puestos internos en el Partido o para formar parte de listas electorales.

Pues si los actuales dirigentes de nuestro partido “sienten” la democracia y son respetuosos con “LAS NORMAS DE LA DEMOCRACIA”, como nos han querido hacer creer por medio de la difusión de ciertos escritos propagandísticos, deben entender estos, que en democracia, los dirigentes o gestores de un partido político son meros representantes o delegados de la voluntad de sus legítimos titulares, o sea, todos y cada uno de sus afiliados.

Es indecoroso que unos ciudadanos que nos pretendemos libres, demócratas y más o menos inteligentes, permitamos por miedo, desidia o idiotez, se conculquen nuestros derechos de ciudadanía delegando incondicionalmente en unos “listillos”, nuestros derechos y obligaciones fundamentales como afiliado de un partido político y máxime cuando en su Manifiesto Fundacional se declara democrático y regeneracionista. Legitimando con esta actitud las trapacerías que estos “listillos” puedan llevar a cabo en nuestro nombre y representación.

Por todo ello, queridos compañeros, yo os pregunto: ¿ Por qué os empeñáis en seguir manteniendo el “status quo” de algunos de los actuales dirigentes dentro de nuestro partido? ¿Es que no sois conscientes, que los afiliados no estamos obligados a delegar en manos de terceros, potestades cuya titularidad nos corresponde detentar por ley? ¿ Es que no sois conscientes, que vivimos en una de las sociedades más avanzadas cultural y técnicamente del planeta Tierra, y que debemos comportarnos como seres inteligentes y conscientes de nuestros derechos naturales y no como siervos de la gleba de cuatro “listillos” que se han arrogado descaradamente la legitimidad de representarnos y decidir antidemocráticamente por cada uno de nosotros? ¿ Es que no sois conscientes, que hoy día, disponemos de medios técnicos y organizativos para llevar a cabo la implantación de la democracia directa en cualquier ámbito social que deseemos? ¿ Es que no sois conscientes, que hoy día, si realmente deseamos ejercer nuestros derechos civiles y sentirnos ciudadanos libres y emancipados de estos caciques que usurpan arteramente nuestros derechos naturales, disponemos de la capacidad técnica que nos permita no tener que delegar parte de nuestro derecho a decidir dentro del Partido, en terceras personas?

En democracia la legitimidad la da el voto afirmativo de una mayoría de al menos un 51% del cuerpo electoral legal correspondiente, expresada en las urnas mediante voto secreto( o sea, eso que algunos “listillos” de nuestro partido llaman astutamente “ASAMBLEARISMO PUERIL”) por lo que me surge la pregunta: ¿De donde emana la legitimidad del legitimador de la elección de nuestros candidatos al Parlamento europeo?.

C) Como ciudadano o persona física, no entiendo la actitud del “Candidato Number One” para las europeas ( si de verdad es un ciudadano con principios y defensor “ DE LAS NORMAS DE LA DEMOCRACIA”, cosa que no dudo) al aceptar encabezar una lista electoral en UPyD, sin haber sido designado y legitimada democráticamente su candidatura por quienes únicamente están facultados para ello en democracia, que no es otro que el cuerpo electoral del Partido al que va a representar.

Por la actitud tan antidemocrática de este pobre hombre, al aceptar la “CONFABULACIÓN DEL DEDISMO” para su nombramiento como candidato, yo me pregunto: ¿En manos de quien vamos a estar representados en Europa, si nuestros candidatos nos están mintiendo cuando defienden públicamente la necesidad moral de actuar en política bajo las “LAS NORMAS DE LA DEMOCRACIA”, y no les entra el prurito moral al aceptar encabezar una lista electoral bajo “LAS FORMAS DE LA CONFABULACIÓN DEL DEDISMO”? ¿Qué moral detenta semejante individuo, al aceptar una representación moralmente ilegítima, máxime si se ha tenido la desfachatez de defender públicamente la necesidad de actuar en política según “LAS NORMAS DE LA DEMOCRACIA”? ¿Qué no será proclive a aceptar y trasgredir este “demócrata” si llegado el caso ( y os aseguro que llegará, puesto que todos los que hemos tenido la posibilidad de conocer internamente el funcionamiento de las instituciones europeas (sobre todo, la Comisión y sus aledaños), sabemos de las artimañas y de la catadura moral de sus representantes si se les tienta con la fruta del árbol prohibido? ¿Tendrá este personaje, carácter, principios y valor suficiente para denunciar el chalaneo político que se practica en el Parlamento y Comisión europea en detrimento de los justos intereses de la ciudadanos europeos y en beneficio de unos pocos poderosos?

Llevo la mayor parte de mi vida esperanzado que llegue el día en que mis conciudadanos maduren políticamente y nos decidamos mayoritariamente a reivindicar democráticamente y de una vez por todas se respeten nuestros derechos de ciudadanía.
Pero constatando que a muchos de mis conciudadanos les falta todavía unos miles de años de evolución para llegar a concienciarse de la manipulación social a la que están siendo sometidos por los “listillos” de siempre, he decidido defender de ahora en adelante a capa y espada si fuera necesario mis derechos de ciudadanía, y gritar para que me entiendan los susodichos: ¡BASTA YA!.

Reflexionando sobre todo lo expuesto anteriormente, me surge la duda sobre la actitud que debo adoptar el próximo día 7 de junio a la hora de ejercer mi derecho al voto.
Como afiliado a UpyD,¿debo acudir a mi colegio electoral, y aunque sea cerrando los ojos y tapándome la nariz, votar a nuestros candidatos?¿ O por el contrario, debo abstenerme de votar y ser consecuente con mis ideales y principios políticos, y no traicionar estos, que son algo de lo más valioso que poseo como ser humano?.

Como solución a todas estas mis tribulaciones políticas y con el fin de lavar mi conciencia si finalmente decidiera ejercer mi derecho al voto el próximo día 7 de junio, le ruego al “Candidato Number One” me ayude a decidirme, indicándome, qué debo hacer.


¡¡¡Democracia ya!!!, ¡¡¡Listas abiertas y segunda vuelta ya!!!

Juan Artero Ortega

Educación para la ciudadanía

20080716 - “Toda palabra u obra de un hombre ordinario está basada en la envidia o la ignorancia, pero toda palabra u obra de un político, es una estrategia tendente a controlar la voluntad y la hacienda de los hombres ordinarios”.

Queridos compañeros de la Coordinadora Territorial de Murcia. Como ferviente defensor de la libertad individual de las personas, y de la democracia directa, como el único y más ecuánime sistema de gobierno de que disponemos los hombres para regular las relaciones socio-políticas de los pueblos, me veo abocado a manifestar mi más respetuosa discrepancia a las proposiciones que hacéis, y a los principios socio-políticos en que basáis vuestra Nota de Prensa de fecha 27 de mayo de 2008.

La verdad es que intelectualmente no soy capaz de vislumbrar los motivos que os han movido a posicionaros tan abiertamente contra las consignas dadas por la Consejería de Educación en sus “Instrucciones para el comienzo de curso 2008-09”, sobre la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, en adelante también, “EpC”, pero como creo que la actividad política debe estar basada en el debate, la confrontación y discusión de ideas, y la adopción y aplicación de estas socialmente por consenso mayoritario entre todos los componentes de los diferentes cuerpos electorales, voy a hacer un esfuerzo y un poco de pedagogía para intentar dilucidar las bases históricas, jurídicas y sociales en las que baso mi crítica a vuestra Nota de Prensa, y para ello os voy a contar un cuento político, de forma que leyendo entre lineas saquéis la moraleja, y razonando o filosofando, entendáis por qué me posiciono en contra de la misma.

Sobre todo, deseo poner de manifiesto que personalmente no me opongo a que se incluya en nuestro sistema educativo la asignatura “EpC” o cualquier otra “maría” que los prebostes que actualmente nos manipulan o dominan política y socialmente consideren oportuno o prioritario para sus intereses. Yo discrepo principalmente del contenido didáctico de la asignatura y del fin social que pretenden alcanzar por medio de ella los bellacos que la han ideado, imponiendo la obligatoriedad de su estudio a nuestros hijos en edad escolar.

También deseo aprovechar para pedir a nuestra intelectualidad nacional (los que tengan intelecto para ello claro está) que de una vez por todas, se erijan en críticos (si puede ser, ferooooooces) de la farfulla que es nuestro sistema educativo (que no os de miedo, sed valientes, comprobad por una vez la sensación que se tiene cuando uno se da el gustazo de alzarse contra el PODER ESTABLECIDO y de decirle a la mano que te da de comer: “hasta aquí hemos llegado”).

PREFACIO

Como todos sabemos, los antiguos griegos, haciendo alarde de su genialidad inventaron lo que actualmente conocemos como sistema de gobierno democrático. Pero un sistema de gobierno democrático, es etimológica y conceptualmente la forma de gobierno en la que la titularidad del poder político reside en el Pueblo (todo el Pueblo, no en el 51% del Pueblo), y para ser catalogado como tal, solamente puede darse en una democracia directa, bien asamblearia o de representación política directa (o lo que es lo mismo, en la que todos los cargos públicos electos son elegidos directamente por el cuerpo legal de electores, en listas abiertas y en segunda vuelta).

La actual civilización occidental tiene la suerte de que aquellos griegos, al contrario que ocurre hoy en día con la mayoría de nuestros conciudadanos, se percataran que sus cerebros, además de servirles para regir sus funciones corporales superiores los podían usar para razonar, lo que no solamente les facilitaba la ejecución y desarrollo de sus ocupaciones habituales, sino que se deleitaban descubriendo racionalmente y por si mismo las grandes ideas que a pesar de su nivel científico-técnico han determinado inexorablemente lo que es la civilización occidental, ± XXVII siglos después.

CAPÍTULO PRIMERO

Al principio de instaurar los griegos la democracia en la Polis, todo era idílico. Los ciudadanos eran convocados al ágora y entre los presentes se opinaba, debatía, juzgaba, cómo debía de ser la vida social de la Polis y cuales los derechos y deberes individuales de los ciudadanos.

Pero pronto surgió el conflicto a la hora de decidir qué ideas o propuestas políticas de las debatidas, se debían de adoptar socialmente y cómo decidirlo para que todos se sintieran reconocidos y representados en la legalidad de las mismas.

Una mayoría relativa de los ciudadanos que acudían al ágora, proponían que se votaran las propuestas políticas a mano alzada y que la aprobación y obligación de su cumplimiento para el resto de los ciudadanos de la Polis se decidiera a partir del 51 % o más de los votos afirmativos de los asamblearios allí presentes.
El resto de ciudadanos, se alineaban con la idea de mayoría de decisión en democracia que hacían los hombres probos (siempre más inteligentes y sensatos que la media de los ciudadanos y con un fuerte sentido de la legalidad y justicia social), pues estos argumentaban que el voto de las propuestas políticas a mano alzada y por una mayoría de decisión del 51% de los asamblearios presentes, no se ajustaba a los cánones que la razón y el sentido común determinaban que debía de ser la esencia del ideal de democracia, ni constituía garantías para evitar que una minoría pudiera decidir sobre el resto de los ciudadanos de la Polis. Pues su altruismo les llevaba a velar por los intereses y derechos políticos de toda la comunidad, y no concebían que un sólo ciudadano tuviera la capacidad legal de decidir e imponer una obligación al 49% de los ciudadanos restantes, por lo que propusieron que el voto fuera secreto y se estableciera esta mayoría (a lo que más tarde llamaron “mayoría absoluta”) en las ¾ partes del total de los votos afirmativos del cuerpo electoral legal.

CAPÍTULO SEGUNDO

Aquellos griegos, a pesar de su rudeza y cierta brutalidad, eran excelentes artistas, brillantes matemáticos y mejores filósofos, entendían que la proporción, el equilibrio,la forma, el espacio, eran el origen de todo su mundo y se sentían orgullosos de su capacidad racional, por lo que comprendían la sensatez que encerraban las propuestas sobre el voto y representación democrática que hacían los hombres probos y aceptaron por ello hacer secreto el voto y establecer en las ¾ partes del voto afirmativo del cuerpo electoral de la Polis, la mayoría de decisión o “mayoría absoluta” a la hora de aprobar propuestas políticas que vincularan legalmente a todos los ciudadanos.

Pero su brillantez mental, su sentido de la equidad y de la libertad, los llevo a perfeccionar aun más su sistema democrático y pensando en evitar cualquier tipo de humillación moral o injusticia al 25% de sus conciudadanos, que pudieran quedar en minoría en las votaciones, acordaron reconocer un derecho supremo para todos los ciudadanos de la Polis, al que unos llamaron derecho a “hacer y dejar hacer”, y otros, derecho de “ objeción de conciencia”.Por lo que nunca los vencidos en las urnas, se sintieron relegados, humillados o marginados de la vida pública de la Polis.

Todo un sentimiento de libertad, igualdad y fraternidad, se estableció entre los ciudadanos, propiciando esto a su vez, que se implicaran todos denodadamente en las tareas de mejora y desarrollo social, lo que posibilitó que alcanzaran en un corto periodo de tiempo tal grado de desarrollo económico, político y cultural que se convirtieron en el modelo social a seguir por las Poleis vecinas.

Y no considerando culminado y perfecto su modelo de democracia directa, fueron proponiendo y creando nuevas instituciones político-jurídicas con el fin de ampliar aun más las libertades y garantías jurídicas para todos los ciudadanos, creando con ello un juego de contrapoderes institucionales tendente a evitar en un futuro, que nadie pudiera perturbar el orden social ni las libertades individuales de ningún ciudadano, y hacer así de su Democracia, el más noble, sano y perfecto sistema de gobierno jamás alcanzado por ninguna otra sociedad o nación. Y para ello crearon entre otras instituciones político-jurídicas, la figura o cargo de “Arconte”.

CAPÍTULO TERCERO

Como toda sociedad que se precie, esta estaba formada por individuos de diversa índole que podríamos clasificar en tres perfiles psicológicos básicos (y que podemos extrapolar a la fauna que conforma actualmente nuestras Cortes Generales). Por un lado estaban los “pesoistas”, individuos que podríamos calificar de rudos, revanchistas y envidiosos (pues entre otros fines políticos,tenían la obsesión por demostrar a sus conciudadanos, que sus antepasados habían perdido una guerra contra un tal Franco-Jerjes, por lo malo que había sido éste al no dejarse matar por sus abuelos). Por otro lado estaban los “gaviotistas”, a los cuales los podríamos calificar de autoritarios, osados y faltos de escrúpulos si había dinero de por medio (y a los cuales, los "pesoistas", se empeñaban en acusar de seguidores de una doctrina política fundada por un tal Franco-Jerjes, individuo que por cierto, hacia muchos años que había pasado a mejor vida y del que nadie se acordaba ni hablaba en la Polis). Y casi en el medio (no confundir con el centro ideológico político) estaban, los “Grupomixtoristas· y “Nacionalistas” (a estos últimos, yo prefiero denominarlos “Los súper-raza”, por que se declaraban descendientes de ciertos seres míticos y súper-hombres llamados “Atlantes”. Ya en aquellos tiempos hacían mención a unos genes especiales de los que eran portadores, lo cual parece confirmarse con el paso del tiempo, por que han llegado intactos sus apellidos a nuestra sociedad y coinciden con los actuales con precisión de réplica del ADN. Pues estos apellidos son los Ibarretxe, Pérez Rovira, Quintana González, etc.), una fauna diversa y compleja que podemos clasificar psicológicamente como individualistas, tenaces e intransigentes (aunque los Súper-raza, en su mayoría eran de mente primitiva,retrógrada y xenófoba). Pero estos tres perfiles psicológicos principales, por su moralidad los podríamos clasificar en hombres probos y en bellacos (la verdad es que la mayoría eran de moralidad neutra, ni la tenían ni se les conocía).

CAPÍTULO CUARTO

Pero pasaron los años, y comenzaron a aflorar y manifestarse en los asuntos políticos de la Polis las cualidades morales más perversas del ser humano: la envidia, el odio, la ambición, etc.

Con la praxis política, los “pesoistas” y los “gaviotistas”, siempre relativamente mayoritarios en las asambleas, comprobaban que para conseguir se aprobaran sus propuestas políticas tenían que consensuarlas con las ¾ partes del cuerpo electoral legal de la Polis, lo que les obligaba a pactar la aceptación y aprobación de las mismas y a hacer cesiones en sus expectativas de poder.

Esta necesidad de pacto social para conseguir sus objetivos políticos, producía en los bellacos de todo el elenco asambleario una desazón angustiosa, pues constataban que por culpa de la fracción mágica o quórum decisivo en democracia, no podían alcanzar el fin político último que realmente les motivaba a hacer política, y que no era otro, que meter mano impunemente en las arcas públicas y disponer de potestad para doblegar por la fuerza de la cicuta a los que no opinaban como ellos, y de paso, compensar su deficiencia clínica de autoestima, con la ostentación de roles que intelectualmente les quedaban grandes; aunque ellos se afanaran en disimular su minusvalía para la política haciendo alarde de su altruista vocación de servidores públicos.

Así que concienciados de que el principal obstáculo que les separaba de la posesión de la llave de la caja de caudales pública, y de la capacidad de control de las voluntades políticas ajenas, residía en controlar la mayoría de decisión en la Asamblea, y que el quórum de las ¾ partes del cuerpo electoral de la Polis como mayoría de decisión política, era el primer objetivo a abatir para conseguir sus inconfesables fines políticos, estos bellacos se organizaron en camarillas ideológicas (grupos de poder o presión) y pusieron en practica algunas de las estrategias políticas más antiguas y perversas que se conocen.

La primer estrategia diseñada para hacerse con el control político de la Polis, consistió en evitar que los ciudadanos que no fueran adeptos a sus causas políticas acudieran a las asambleas, y para ello recurrieron a sus “fontaneros” con la consigna de provocar el terror entre los ciudadanos presentes en el ágora, primero por medio de reyertas espontáneas entre los presentes y posteriormente provocando algunos muertos inocentes entre los hombres probos, que por su correosidad política se atrevían a refutar sus propuestas políticas; para acto seguido mentalizar a la sociedad de que la postura más sabia para el común de los mortales, era quedarse en casa y delegar su representatividad política en terceros, en teoría mas valientes y aptos para la acción política que ellos mismos.

La segunda etapa, consistió en mentalizar al Pueblo de la bonanza y exclusividad de sus ideas políticas, por lo que estos bellacos, crearon la figura del vocero profesional (individuo o medio informativo subvencionado por estas camarillas, pero siempre a ser posible con dinero público o de todos los ciudadanos), y que no era otra cosa que el encargado de influir psicológicamente en la sociedad a través de mensajes subliminales y consignas machaconas de ciertas palabras claves, que comprobaron influían en la psique del ciudadano y ablandaba las voluntades políticas de una gran mayoría de estos.

El siguiente paso en su estrategia de demolición del modelo de democracia directa, fue derogar sólo con el voto a favor de unos pocos de sus correligionarios en la Asamblea, la hasta entonces mayoritariamente consensuada “mayoría de decisión” o “mayoría absoluta” como condición imprescindible para la aprobación de cualquier propuesta política. Para acto seguido y con el mismo quórum, establecer la mayoría de decisión de la Asamblea en el 51% de los votos afirmativos de los presentes. Pues estos bellacos, por su experiencia política ya habían previsto que si les faltara algún apoyo puntual para alcanzar el nuevo quórum, podían adherir a sus consignas políticas un gran número de voluntades ciudadanas usando la demagogia y el engaño, y como último recurso, podían recurrir a la compra de votos entre los componentes de los “grupomixtorista” o los “súper-raza”, la mayoría de ellos, siempre dispuestos a vender a su madre por un bocado de pasto presupuestario, al primer barco fenicio que atracara en sus puertos.

Por lo que una vez controlada la Asamblea por los bellacos, estos se lanzaron a la promulgación de leyes ambiguas e injustas, tendentes a allanarse el camino hacia el control absoluto de las instituciones de la Polis, lo que desencadenó una espiral de corrupción generalizada y el consiguiente descrédito de los ciudadanos en las instituciones públicas, así como el alejamiento definitivo de estos de la vida política activa.

Tras todo lo cual, y para que el pueblo no pudiera reaccionar y volver a reclamar la vuelta a la deseada democracia directa, la bellaquería orgánica ideó crear lo que hoy en día se ha revelado como el mejor sistema de control socio-político con visos de democracia(gobierno de unos pocos sobre el resto), para sociedades avanzadas económica y socialmente, y que no es otro que la llamada democracia representativa o delegada, mas conocida como partitocracia u oligarquía de grupos. (Pues una democracia formal, para poder calificarse como tal, solamente puede ser directa, sea asamblearia o de elección directa de los representantes políticos por los ciudadanos, y por ello, las listas abiertas y la segunda vuelta es el único sistema electoral que lo permite. Además, no nos engañemos, los regímenes democráticos occidentales, en la forma que están conformados jurídicamente en la actualidad, no son una democracia formal en el sentido de poder de decisión ciudadana o soberanía política del Pueblo. Pues qué tipo de democracia es aquella en la que como ciudadano y elector, no tienes la posibilidad de poder elegir directamente a las personas que consideras idóneas por su cualificación moral e intelectual para que te representen políticamente, sino que te tienes que limitar a votar a los mequetrefes que en cada momento te impongan estas camarillas políticas en forma de listas cerradas, y de entre ellos al que intuyes va a ser el menos corrupto o sinvergüenza para con la comunidad).

CAPÍTULO QUINTO

Y para alcanzar y ostentar el último peldaño del poder absoluto en la Polis y rematar la faena, estos bellacos, una vez hubieron despojado del poder político al Pueblo, se arrogaron la potestad de nombrar directamente a los arcontes.

Al principio de arrogarse estos bellacos la potestad de nombrar a los arcontes, y para mantener las formas ante los ciudadanos, nombraban a estos entre los que ellos suponían proclives a dejarse sobornar o por lo menos dirigir. Pero como a muchos arcontes, una vez nombrados, se les subía la grandeza del cargo y el anhelo de poder a la cabeza y no se dejaban manipular fácilmente, estos bellacos, haciendo honor a su innata condición moral, idearon la captación y nombramiento de los mismos, mediante lo que yo llamo el “dossier de vicios ocultos” (recordemos el caso Estevill, designado por los “Súper-raza” de CiU, y mucho me equivoco si el trato entre las partes para su nombramiento no fue el siguiente: “Señor Estevill, nos toca nombrar “Arconte” para el CGPJ y sabemos que usted es una persona proclive a nuestras ideas políticas, pero también somos conocedores de su “carrera judicial”, por lo que si decide ocupar el cargo le propondremos gustosamente para ello ”.Respuesta de Estevill: “Estaría encantado de acceder al cargo, y de cooperar en la medida de mis posibilidades a la consecución de los objetivos jurídicos que me marquen sus señorías”), que no consiste en otra cosa que en hacer un seguimiento o espionaje por medio de elementos afines e incontrolados pertenecientes a las fuerzas y cuerpos de seguridad de la Polis (la mayoría de las veces) a todos y cada uno de los potenciales candidatos al arcontado, y disponer así de un dossier de la vida y obras (léase villanía y depravación que ocultar )de todos ellos, para llegado el momento tener donde elegir (o chantajear) al más óptimo(léase, al más manipulable) para ocupar el cargo.

Toda esta sarta de corruptelas entre los administradores políticos de la Polis, desembocaron en un comportamiento de “ y tú más” por parte de los administrados, iniciándose tal proceso degenerativo político-social, que los atropellos de los derechos humanos de cualquier ciudadano fue en adelante el pan nuestro de cada día.

Como colofón a todo este cúmulo de despropósitos políticos e inestabilidad social, los ciudadanos desesperados y constatando que los prebostes competentes no hacían nada para garantizar la hacienda y la vida de los suyos, solicitaron la intermediación de la milicia, la cual terminó por decidirse a poner paz entre la tribu tirando por la calle de en medio, haciendo que aquella bonita historia política terminara como el Rosario de la Aurora.

EPÍLOGO

Estos griegos, que unos años antes habían dejado boquiabiertas por sus logros económicos, políticos y sociales a las mayores potencias económicas y militares de su entorno; se sumieron en la más abyecta decadencia económica y social jamás sufrida por sociedad alguna.

Y como inevitable y fatídico destino del hombre, la historia se repite, o el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Por lo que unos pocos siglos después, más a occidente y allende los mares, en una ex-colonia o sucursal comercial de estos griegos llamada “Iberia”, sus ciudadanos se inician en un sistema de gobierno democrático, copiando el decadente modelo de democracia representativa o delegada de la última etapa socio-política de aquellos griegos, por lo que con ello institucionalizaron los vicios y tics políticos de su último periodo democrático, con la diferencia y por tanto la desventaja, de que estos íberos no demostraban poseer la genialidad y desenvoltura natural de aquellos antiguos griegos.

FIN

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De las proposiciones que hacéis en vuestra Nota de Prensa se puede inferir que:

1º) La consideración que hacéis sobre la finalidad de las leyes (I) “Consideramos que las leyes están para cumplirlas o recurrirlas, no para incumplirlas o saltárselas alegando objeción de conciencia”, se puede rebatir desde un punto de vista ético-jurídico, argumentando que las leyes para considerarse justas en un Estado Democrático y de Derecho, verdaderamente garantista de los derechos individuales del ciudadano, tendrían que ser en primer lugar aprobadas en las Cortes por mayoría absoluta (¾ partes), y después, deberían ser realmente eficaces y en absoluto tendenciosas, pues cualquier ley, por muy ley que sea (hasta el más tonto de la tribu es capaz de entenderlo) por su redacción o contenido punible, puede ser tan ineficaz e injusta como arbitraria, o si no, decidme por ejemplo, cómo catalogáis las leyes de discriminación positiva que están promulgando los energúmenos que detentan actualmente y de forma directa el poder ejecutivo y legislativo en España.

¡Argumentad!, haced demostrable una idea sobre legalidad jurídica que sea infalible desde un punto de vista lógico. Y si no lo conseguís, ¿como os atrevéis a elevar a infalible una ley por muy “orgánica” que sea, conociendo la cualidad y trayectoria democrática de los bellacos que las redactan y promulgan, o por lo menos las apoyan? ¿con qué tipo de garantías contáis para demostrar que esta ley no se hace en contra de ciudadanos inocentes y con la pretensión de influir con ella en el libre albedrío de estos ciudadanos que se consideran libres por nacimiento?.

Mirad, en pleno año 2008 d.d.C., los ciudadanos españoles deberíamos de estar suficientemente concienciados de lo que es y significa vivir en un Estado Democrático de Derecho y no deberíamos permitir que cuatro usurpadores de la voluntad popular, aupados al poder del Estado por medio de artimañas políticas y actitudes demagógicas, promulgaran leyes vacuas ni tendenciosas.

¿Qué son leyes vacuas o tendenciosas?, pues bien, son ese tipo de leyes que vienen promulgando subterfúgicamente nuestros políticos, bien para controlar el libre albedrío de los ciudadanos, o para paliar su propia inoperancia o incapacidad profesional para resolver diligentemente los problemas individuales o colectivos de los ciudadanos a los cuales se supone que tienen que servir y a costa de los cuales viven( a los cuales roban impunemente, tendríamos que decir para ser más concisos).

2º) Sobre vuestra absoluta confianza en la imparcialidad jurídica y moral de los arcontes de nuestro “Estado de Derecho” (II)“ Por tanto, mientras el Tribunal Supremo o Tribunal Constitucional no digan lo contrario, todos estamos obligados a cumplirlas, comenzando, como es obvio, por las autoridades educativas”, os pregunto: ¿Vosotros creéis que es justo y razonable que todo ciudadano que no desee que su/s hijo/s cursen “EpC” tenga que plantearle un contencioso a la bellaquería orgánica del Estado, con la finalidad de conseguir eximir a sus hijos de la obligatoriedad de cursar la asignatura de “EpC”por medio de la fuerza de la justicia, conociendo el grado de corrupción que reina entre los miembros de lo que debería de ser el tercer poder “INDEPENDIENTE” de un Estado de Derecho? ¿ Vosotros creéis, que después de haber visto el bochornoso espectáculo público (ya ni se esconden) que dio la vice Vogue, amonestando a la arconte Casas durante la celebración del 12 de Octubre pasado, algún padre ( máxime si como es mi caso, uno esta en la indigencia o a punto de caer en sus garras gracias sobre todo a la nefasta política económica que están llevando a cabo estos bellacos del zapaterismo) se va a atrever o podrá gastarse una pasta gansa en un pleito que desde su inicio hasta que se pronuncie el TC, va a transcurrir un mínimo de 10 años y que el sentido del fallo judicial en el TC, lo va a decidir el “grupo de poder” que esté en el Gobierno en ese momento y en función de sus intereses electorales.?¿Vosotros de verdad creéis, que estos arcontes van a ser imparciales con el pardillo que se atreva a recurrir a ellos en busca de justicia por esta causa, cuando han demostrado que son capaces de pasarse por la “raja” o el “forro” otras decisiones judiciales mucho más serias e importantes para el futuro de la Nación, que un recurso contra la “EpC” de cualquier don Nadie de la manada?. ¿Vosotros creéis que los arcontes del TC, pueden ( aunque lo deseen) ser imparciales cuando tienen que fallar en contra de las directrices de los bellacos que los han nombrado a dedo y de los cuales estos bellacos seguro que ya dispondrán del correspondiente dossier de vicios ocultos?

3º) Con respecto a la inducción a la desobediencia de las leyes por parte de la sección táifica educativa del ex-Reino de Murcia (III) “Las autoridades y las instituciones no pueden alentar a la ciudadanía a la desobediencia de una ley orgánica, como creemos que se está haciendo desde la Consejería de Educación al obligar a los propios centros educativas a adoptar medidas organizativas que faciliten el incumplimiento de la ley”, se puede argumentar, que cualquier persona que tenga una visión real de lo que es y significa el derecho natural (Iusnaturalismo, o los derechos de ciudadanía por el simple hecho de haber nacido humano) como ciudadano en un Estado Democrático y de Derecho, no solamente está en su derecho, sino que puede oponerse y desobedecer con todos los medios y fuerzas a su alcance este tipo de leyes. Ya sabéis, cuando el incumplimiento de una ley como esta no produce ningún efecto lesivo sobre la hacienda o derechos humanos de ningún otro ciudadano ni del Estado, o una de dos, o es una ley de intencionalidad y control político del ciudadano por parte de los poderes fácticos del Estado, o se trata de una ley tendenciosa destinada a mentalizar y predisponer a los ciudadanos para que vayan asumiendo las políticas de hechos consumados que les van a ir imponiendo los poderes fácticos.

4º) (IV) (“ Por lo tanto UPyD reclama a la Consejería de Educación que retire la mencionada instrucción en lo referente a Educación para la Ciudadanía”)
Si hecho mano de la lógica, no puedo más que vislumbrar dos motivos por los cuales hacéis esta petición a la sección táifica educativa del ex-reino de Murcia. O pretendéis hacer un “trágala” a estos ciudadanos que se oponen a que sus hijos sean dogmatizados y aborregados intelectualmente cursando “EpC” o sois un poco panolis y no os percatáis del trasfondo de la historia socio-política que estamos viviendo a nivel nacional (cosa que no creo).

Tened en cuenta que muchos de estos ciudadanos son gente humilde y por tanto y presuntamente sin recursos económicos suficientes para hacer frente (con abogados de calidad, o lo que es lo mismo, de pago), a un contencioso-administrativo, que sin duda hasta su finalización, les resultaría oneroso, largo en el tiempo y de resultado incierto para ellos, como recurso jurídico para eximir a sus hijos de la obligatoriedad de cursar la asignatura.

Si es un “trágala” lo que pretendéis hacer a estos conciudadanos, yo me pregunto: ¿Qué os puede motivar a obligar a estos ciudadanos para que tengan que dedicar unos diez años de su vida a pleitear, y se gasten un pastón del que seguramente no disponen, para finalmente verlos morder el polvo de la derrota en los tribunales de justicia por culpa de una ley que han ideado y promulgado los bellacos más abyectos del elenco parlamentario? ¿ Qué concepto de libertad y derechos del ciudadano tenéis, para oponeros tan radicalmente a que estos ciudadanos hagan uso de lo debería ser un derecho universal y que en parte reconoce nuestra vigente Constitución? ¿Vosotros creéis, que es justo y razonable que una fuente de derecho, como son la Cortes Generales, puedan permitirse el lujo de promulgar cualquier ley, con la escusa de que todo aquel ciudadano que se considere perjudicado por ellas o se le vulneren sus derechos naturales y constitucionales, tiene la opción de acudir al “INDEPENDIENTE” Poder Judicial, para enmendarles la plana?.

Y por último: Por que los ciudadanos que lo deseen objeten, y sus hijos no cursen la asignatura “EpC”, ¿alguno de vosotros o cualquier otro ciudadano del Estado, persona jurídica o institución se va a ver perjudicado/a lo más mínimo en su hacienda, derechos naturales o constitucionales?¿ Verdad que no? Entonces, si la objeción por parte de los ciudadanos que lo deseen, no causa absolutamente ningún perjuicio físico, económico o moral a nadie, ¿por qué os empecináis en que todo hijo de vecino tenga que “tragar” y cursar la asignatura si no lo desea?

Además, si analizamos las consecuencias económicas y académicas que esta ley tiene para los ciudadanos españoles en general, comprobamos que el único sector ciudadano que sale perjudicado económica y académicamente con la implantación de esta asignatura en nuestro sistema educativo, es el colectivo objetor a “EpC”.¿Y por qué?. Pues por que el colectivo objetor, va a tener que hacer el desembolso de la parte alícuota del monto económico que va a suponer engordar la administración táifica correspondiente(profesorado, material escolar, aulas, etc.) para que los hijos de los demás puedan fardar de currículo.

En lo académico, los ciudadanos que cursen la asignatura, van a poder darse el gustazo de conformarse intelectualmente con una serie de conocimientos tan imprescindibles para aumentar su grado de autoestima y felicidad personal, así como engordar su currículum vítae, que cuando finalicen sus estudios y estén trabajando en un bufete de abogados de New York o en una empresa de Frankfurt am Main (si llegan a estos puestos, por perder su precioso tiempo escolar en dogmatizarse con “EpC”) , seguro que más que saber como interpretar un balance contable empresarial, les va a reportar enormes ventajas laborales y sociales poder asesorar y aleccionar a sus colegas o subordinados sobre, derechos humanos, principios éticos y de tolerancia social aprendidos en “EpC”. Pues como todos sabemos, estos extranjeros son todos un atajo de xenófobos, inmorales e intolerantes con sus conciudadanos y en especial con los extranjeros que llegan a sus países, por lo que es perentorio que algún ser humano en este planeta Tierra, disponga de la formación y capacidad (por lo menos teórica, je,je,je,) de poder moralizarlos, y quien mejor que un españolito de a pie, que haya tenido la suerte de poder incluir en su currículo que ha cursado con éxito “EpC”.

Esta asignatura tendría sentido social de existir o incluirse en nuestro sistema educativo si tras la legalización del matrimonio entre homosexuales, la adopción de niños por parejas homosexuales, la ley de memoria histórica, etc., etc., etc., se hubiera producido una protesta social masiva en contra y fuera perentorio mentalizar sobre todo a nuestros jóvenes, de la necesidad de ser más tolerantes y comprensivos con las actitudes y comportamientos de otros ciudadanos que no piensan o actúan como ellos. Pero si tras la aprobación de todas estas leyes de ánimo provocativo, aquí no ha abierto el pico ni Dios, todo el mundo las hemos aceptado y acatado. ¿Qué sentido tiene obligar a nuestros hijos a cursar “EpC” y que desperdicien unas horas lectivas escasas y por lo tanto críticas para que puedan alcanzar a la finalización de su bachillerato una formación intelectual de calidad?.

Vosotros sabéis muy bien, que la mejor formación académica para nuestros hijos, es crearles un solido armazón intelectual bien amueblado, con contenidos didácticos realmente prácticos que les permita integrarse y competir con éxito en una sociedad y mercado de trabajo cada vez más exigente y globalizado, y hacer de ellos ciudadanos libres en una sociedad cada vez más compleja, dependiente y cosmopolita, y que sean capaces de discernir la realidad de la ficción y defender no solo su libertad sino también la de sus conciudadanos que puedan no alcanzan a tener sus habilidades o conocimientos intelectuales.

Podría estar de acuerdo con la implantación de una asignatura como “EpC” en nuestro sistema educativo, si parte de su contenido didáctico, en vez de ser un intento subliminal de modular la futura conducta social y política de nuestros jóvenes a través de los ya consabidos y contrastados aforismos socio-políticos, fuera una apuesta por concienciar a nuestros futuros gestores sociales de la necesidad de entender de una puñetera vez lo que significan formal y conceptualmente entre otros los términos: Derecho Natural, Democracia, Estado de Derecho, Derechos Humanos. Lo cual equivaldría a enseñar a nuestros jóvenes, que nuestro sistema político no es una democracia, que en España no disfrutamos de un Estado de Derecho, que los derechos naturales de los ciudadanos son papel mojado para una gran masa social de seres humanos, sobre todo para las clases sociales más desfavorecidas económicamente, etc, etc, etc, y es para luchar contra todo este tipo de injusticias, hechos y situaciones sociales para lo que hay que educar ciudadanos, mentes críticas y luchadores activos con una formación intelectual tal que les permita ser capaces de implicarse activamente en la erradicación de las mismas de nuestra sociedad.

En fin, lo que muchos ciudadanos entendemos que se intenta conseguir por medio de la implantación de “EpC”en nuestro sistema educativo, no es otra cosa que asegurarse mediante la manipulación social y la mentalización colectiva, que durante mucho tiempo no se den las condiciones socio-políticas que puedan generar estados de opinión en contra del estatus socio-político y de los intereses económicos de estas bandas de bellacos que conforman los actuales partidos políticos y los grupos de presión o poderes fácticos de toda la vida. Y que su repentina inclusión en nuestro sistema educativo sin haberse hecho de forma democrática o con el consenso necesario en democracia (voto afirmativo de las ¾ partes del cuerpo electoral legal) ha sido causada por el lógico ataque de pánico sufrido por las élites pesoistas, al constatar como de repente, una gran mayoría de ciudadanos ya no nos posicionamos en contra de los partidos políticos de derechas por el simple hecho de ser de derechas, si no que somos capaces de producir amplias mayorías absolutas parlamentarias con nuestros votos, y votar libremente a aquellos que creemos pueden defender mejor y más eficientemente nuestros derechos ciudadanos en cada momento, independientemente de su adscripción ideológica.

Mirad, si yo hubiera sentido la necesidad imperiosa de posicionarme políticamente sobre las “Instrucciones para el comienzo de curso 2008-09”, de la Consejería de Educación para la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, hubiera utilizado la siguiente argumentación: Queridos conciudadanos que os habéis declarado u os vais a declarar objetores con respecto a la asignatura “Educación para la Ciudadanía”. En primer lugar, deseo felicitaros por vuestro cívico, civilizado y ejemplar comportamiento en respuesta sobre todo a los efectos negativos que va a suponer para vosotros la promulgación de una ley innecesaria socialmente, pero onerosa para con vosotros y vuestros hijos, y que intenta haceros “tragar” por todos los medios a su alcance una minoría social de nuestro país.

Así mismo, considero ejemplar vuestro altruismo por estar dispuestos a apretaros y apretarle a vuestros hijos un poco más el cinturón y contribuir con parte de vuestros escasos ingresos salariales a implantar esta asignatura en nuestro sistema educativo, para que así, nuestros hijos puedan disponer de los medios materiales necesarios para cursarla, aunque ello signifique que tengáis que sacrificar un día a la semana el bocadillo del almuerzo de alguno de vuestros hijos, debido al aumento de impuestos y por tanto al recorte de ingresos que tendréis que sufrir obligatoriamente en vuestro bolsillo para sufragar el gastazo que va a suponer en profesorado, material, aulas, etc, la implantación de una nueva asignatura en un sistema educativo como el nuestro.

Soy consciente, que muchos de vosotros sois familias humildes, que os cuesta cada vez más llegar económicamente a fin de mes, y que a pesar de todo, tendréis que contribuir impositívamente a la hacienda publica en la proporción que os corresponda por ley, con el fin de que estos bellacos que nos desgobiernan, con la escusa de la necesidad de proveer la logística material para la implantación de la asignatura “EpC”, engorden aún más la administración pública, y aprovechen la coyuntura para enchufar en esta a algunos de sus amigotes, y de paso dispongan de la oportunidad de dar unos deliciosos bocados al pasto presupuestario del Estado.

La voluntad de sacrifico económico que estáis demostrando, sin pedir nada a cambio, es toda una lección de ciudadanía, tolerancia y solidaridad para con nosotros y nuestros hijos que van a ser finalmente los beneficiarios de esta ley, no ya por la súper-formación intelectual con que finalizaran sus estudios si cursan “EpC”, sino por el uso y disfrute de la parafernalia material y docente necesaria para cursarla. Pero para vuestra tranquilidad y ánimo de espíritu, pensad que no hay tirano que cien años dure. Es un consuelo.

Una vez más, GRACIAS.

¡¡¡Democracia ya!!!. ¡¡¡Listas abiertas y segunda vuelta ya!!!

Juan Artero Ortega

viernes, 12 de junio de 2009

Bienvenido al club, Albert

20080519 – Me complace comprobar que un ciudadano de la talla intelectual y de la calidad humana como Albert Boadella, entiende racionalmente y se atreve a hacer público, la gran chapuza conceptual y política que ha significado la inclusión de las actuales Comunidades Autónomas en nuestro ordenamiento jurídico-administrativo.

Según mis datos, es la primera vez que Albert Boadella hace público en una declaración al diario “La Nación”de fecha 08 de Mayo de 2008, su opinión sobre la validez del “Estado de las Autonomías” como panacea a los problemas seculares de identidad nacional que han planteado algunas minorías sociales en nuestro país.
Un servidor lleva manifestando esta opinión desde hace años, y la última vez que lo hice por escrito fue vía E-mail a Carlos Martínez Gorriarán, con motivo del anuncio por parte de la dirección de UPyD de la propuesta de reforma de la vigente constitución y ley electoral.

De todas formas, no somos los únicos ciudadanos españoles que pensamos de este modo, pues estoy constatando que día tras día es mayor el número de conciudadanos que se declaran abiertamente contra la existencia y función de estos “Taifa” en el conjunto de instituciones del Estado Español.

Como he referido anteriormente. En mi escrito a Gorriarán, indicaba la necesidad de valernos de una futura reforma de nuestra vigente Constitución, para eliminar esta Institución de nuestro ordenamiento jurídico-administrativo, o por lo menos con las prerrogativas y potestades de que dispone actualmente.
Pues si lo que pretendemos es aprovechar las ventajas que en teoría puede ofrecer para los ciudadanos un Estado descentralizado, para optimizar la inversión de los recursos económicos y la utilización de las infraestructuras públicas, así como facilitar el acercamiento y la relación entre los ciudadanos y las distintas administraciones públicas; estos treinta años de experiencia autonómica en España han demostrado que no han servido para cumplir ni por asomo estos objetivos, sino que al revés, ha servido para generar enfrentamientos entre ciudadanos creando conflictos políticos donde no los había, y que nos recuerdan con demasiada similitud a periodos de nuestra más reciente historia, no muy gratos de recordar.

A mi entender, la descentralización administrativa del Estado debe de hacerse directamente hacia los municipios. No solamente por motivos de objetividad y eficiencia administrativa, si no también, por interés y derechos políticos de los ciudadanos.
El único límite a una descentralización administrativa directa Estado-Municipios, vendría determinado por la capacidad objetiva y el grado de eficacia que demostraran las corporaciones locales durante un tiempo de prueba, para aplicar y desarrollar cada una de las competencias recibidas, y al grado de satisfacción expresado por los ciudadanos en cuanto a la calidad y efectividad de los servicios recibidos por parte de sus ayuntamientos.

Así mismo, la descentralización administrativa hacia los municipios no puede consistir en una permanente reivindicación unidireccional Municipio-Estado y la continua mendicidad de financiación económica como está ocurriendo actualmente con algunas autonomías, sino que el Estado obligaría a los municipios a asumir todas y cada una de las competencias administrativas que no considere estratégicas o primordiales para el correcto funcionamiento de este, desde una perspectiva de eficiencia administrativa y economía de medios, y que mantenga el principio de igualdad y solidaridad entre todos los Españoles.

Si queremos establecer de una vez para siempre, unos principios de financiación de los entes públicos, partiendo de una base económicamente sólida y objetiva; dotando de suficiente capacidad económica a los mismos y sin posibilidad de que surjan posteriores agravios comparativos entre territorios sobre quién da o recibe más , tenemos que estimar un índice económico como puede ser el 50% del P.I.B. real municipal.
Claro está, que este porcentaje sería un máximo que variaría en función del número y cualidad de las competencias transferidas. Al que habría que sumar al menos el 50% de las ganancias netas obtenidas por cada sucursal u oficina de las Cajas de Ahorro que operen dentro del territorio municipal. ( pues en base al estatuto jurídico-administrativo de que gozan estas entidades financieras en todo el Estado, no podemos permitir que la riqueza generada en el ámbito financiero de los municipios y a costa de sus ciudadanos, se desvíe a otros territorios o a otros fines que no beneficien directamente a estos)

Con el traspaso de competencias administrativas a los municipios y la referida dotación económica, solventamos de paso uno de los problemas o reivindicaciones de financiación planteados por algunas de las regiones más dinámicas socialmente y prosperas económicamente del país. Reivindicaciones, que por otra parte me parecen justas e inciden indirectamente de alguna forma en lo que debería de ser el estatuto jurídico y sentido de responsabilidad social que debe de imperar en los cargos públicos de sociedades avanzadas social y económicamente como la nuestra.

Pues no tenemos ningún derecho moral ni político para exigirles a nuestros conciudadanos de otras regiones de España, que nos financien indefinidamente por medio de los presupuestos generales del Estado, para poder mantener por nuestra parte un nivel de vida que por méritos propios no nos correspondería.
Y no podemos seguir apoyando la filosofía de dar de comer al pobre siempre a costa del bolsillo del contribuyente (hay que regalarle la caña y enseñarlo a pescar) pues lo contrario nos aboca a situaciones y actitudes como las que se están dando actualmente en muchos ayuntamientos y algunas “Taifa” de nuestro país (el caso mas escandaloso es el de la Andaluza, una Comunidad Autónoma con el mayor potencial humano y económico de toda España, y que con la inyección de dinero público que ha recibido durante todos estos años de auto-gobierno, debería de ser la locomotora económica del país y el primer contribuyente neto a las arcas del Estado, muy por encima de Madrid, Cataluña, Valencia, etc. y sin embargo es uno de los vagones de cola, y quizá el primero en donde se está generalizando con la anuencia y una complacencia-resignación de los ciudadanos, el caciquismo político, al más puro estilo del periodo histórico de nuestra Restauración).

Además, los ciudadanos deberíamos exigir, que las corporaciones locales funcionen con mentalidad empresarial. Tenemos que desechar de nuestra mentalidad social, la concepción decimonónica que tenemos aún de lo que es y a quién tiene que servir una administración municipal en un País, dotado de un sistema político democrático como el nuestro. Obligando de esta forma a los políticos electos a demostrar su capacidad de gestión política y económica sobre los recursos materiales y humanos de que disponen, y a los ciudadanos a tomar conciencia que no pueden votar solamente unas siglas políticas, sino que si desean prosperar y disfrutar de un mayor grado de bienestar social, deben elegir y trabajar a su vez por mejorar en sus actividades económicas con el apoyo de sus gestores públicos.

Por lo tanto el sistema compensatorio de distribución de la riqueza generada en todo el País, se debería hacer a dos niveles: uno provincial (inter-ayuntamientos) y otro estatal (inter-provincias).
Mi propuesta es convertir las Diputaciones provinciales en órganos colegiados formados por todos y cada una de los alcaldes electos de la provincia, los cuales tendrían potestad para decidir sobre ordenación y financiación de sus municipios y serian el interlocutor entre los municipios y el Gobierno de la nación.

De todas formas, todas estas ideas político-sociales, si se visualizan individualmente pueden parecer simples pinceladas en un lienzo en donde deseamos plasmar el espíritu idealista y futurible de un Estado Democrático y de Derecho formado por ciudadanos que suponemos informados y con una capacidad de raciocinio digna de un “Homo sapiens” enclavado en el momento evolutivo del primer cuarto del siglo XXI de la historia de la humanidad, pero adquieren otra dimensión y objetividad al contemplarse dentro de un diseño constitucional que constituye por si mismo un sistema jurídico y que formal y conceptualmente si está a la altura del momento histórico humano en que nos encontramos.

¡¡¡Democracia ya!!!, ¡¡¡Listas abiertas y segunda vuelta ya!!!


Juan Artero Ortega